Alquiler de barcos en Baratti · Benello — Freya 45 (1970)

Freya es un yate clásico, diseñado por Sparkman & Stephens de Nueva York y construido por Cantiere Benello de Livorno. Muy esbelto, excelente estabilidad direccional, seguro para navegar, incluso en mares agitados y vientos fuertes, está bien equilibrado y estable a todas las velocidades. Dispone de una preciosa cubierta de teca, con un amplio solárium en proa y una bonita bañera cerrada y protegida. La escalera de baño está situada en el lado izquierdo, mientras que en la popa hay una zona de playa de teca, conveniente para bajar al muelle. Freya dispone de una cabina de popa, con acceso directo desde la bañera, con dos grandes literas individuales. Dispone de un camarote en proa con dos literas individuales, transformables en una gran cama doble, con acceso directo a cubierta a través de la escalera y la gran escotilla, que da luminosidad y aire al camarote. El comedor dispone de dos sofás enfrentados, que se pueden transformar en dos plazas para dormir, y dos plazas altas adicionales detrás de los respaldos de los sofás. Dos baños, una mesa de cartas y una cocina completan el mobiliario del barco. Freya os dará una cálida bienvenida, nada más llegar a bordo podréis tomar asiento en vuestras literas y guardar vuestras cosas en los armarios con los que está equipado el barco. Luego realizaremos un recorrido para familiarizarnos con los espacios a bordo y entender cómo funciona, desde los baños marinos, pasando por la cocina, el refrigerador, hasta el uso del agua y la electricidad, recursos preciados. Luego pasaremos al tema de Seguridad, examinaremos los equipos de a bordo y los comportamientos a observar en general. Por último, repasaremos el equipo náutico y mecánico, con las principales maniobras para la navegación a vela y a motor, con el uso del piloto automático. Generalmente intento dar un ritmo equilibrado a los cruceros, con una mediación entre navegación a vela, paradas en los puertos para bañarse y siestas bajo el gran toldo. A la hora de planificar la navegación tendremos en cuenta la previsión meteorológica, que nos orientará en la elección de los mejores itinerarios y las bahías más tranquilas. Me gusta cocinar, así que me doy un capricho de vez en cuando, aunque no soy una gran cocinera, lo encuentro una actividad relajante y disfruto haciéndolo. Quien quiera cocinar siempre será bienvenido, habrá tres fuegos y un horno a su disposición, además de un frigorífico tipo arcón para guardar alimentos perecederos. A bordo disponemos de un buen suministro de diversas ollas y sartenes, platos y todo lo necesario para una buena cocina italiana, siempre teniendo en cuenta que estamos en un barco. Freya podría definirse como un barco “clásico”, con sus líneas elegantes y estilizadas, a menudo recibe elogios de los barcos que pasan durante las paradas de fondeo. Es adecuado para aquellos que buscan una embarcación con carácter y que se diferencia significativamente de los estándares modernos, garantizando al mismo tiempo una navegación segura y cómoda, incluso en condiciones adversas. No existe una receta para el crucero perfecto, se trata de mezclar adecuadamente todos los factores que lo componen, manteniéndolos siempre vigilados e interviniendo siempre según las situaciones que se presenten. Esto requiere el espíritu colaborativo y adaptativo típico de quienes han tenido experiencias de vida comunitaria. También debo reconocer que la libertad que nos da el espacio abierto del mar hace que nuestras tareas sean mucho más fáciles y siempre hay espacio para todos los marineros a bordo. Freya te está esperando. La base de Freya está situada en el corazón de Maremma, debajo de Populonia, antigua tierra de los etruscos, en Porto Baratti. Es una bahía encantadora con una larga playa, aguas cristalinas y muy pocos asentamientos. Desde Baratti se llega en poco tiempo a la isla de Elba, es el destino ideal para el fin de semana. Allí podremos visitar el Golfo de Procchio, la playa de Biodola, Capo d'Enfola, o bien en el lado este el Golfo de Porto Azzurro, la bahía de Ortano, Punta Calamita y al sur el Golfo de Stella y la bahía de Lacona. En cambio, puedes llegar a Córcega y Capraia con una semana disponible: Capraia es una isla fascinante, una zona de reserva natural que ofrece espectáculos marinos incomparables y bahías encantadoras. Es difícil encontrar sitio en el puerto, se amarra en la rada y se baja con la embarcación auxiliar. Excelentes restaurantes tienen vistas al puerto, mientras que el casco antiguo se extiende sobre la colina y es una visita obligada cuando se visita la isla. Al llegar a Córcega, en cambio, se puede hacer una parada en la bahía de Barcaggio o en las playas frente al Cabo Corso. Bajando por el lado occidental del dedo de Córcega se encuentra un pequeño pueblo con un pequeño puerto para pequeñas embarcaciones, llamado Cargese: un antiguo pueblo de pescadores, hoy equipado con bonitos restaurantes y bares para disfrutar de la puesta de sol desde la ensenada donde se encuentra el pueblo. Atracamos en el puerto cuando hace buen tiempo, protegidos por las rocas que dan a la bahía. Antes de llegar a Saint Florant encontrará un par de playas más para una agradable parada-baño-almuerzo. Saint Florant es el puerto principal de la zona, con un hermoso puerto deportivo equipado y sus características casas. Ofrece los principales servicios y aquí se puede reabastecer la cocina de a bordo. Desde aquí comienza el Desierto de los Agriates, una vasta zona desértica, reserva natural y completamente incontaminada: playas de arena blanca y fantásticas calas y lagunas interiores enmarcan este tramo de costa y no es posible no detenerse un par de días para disfrutar de la naturaleza. Generalmente volvemos a casa sintiéndonos renovados por el mar, el sol, las playas y la navegación.